jueves, 30 de diciembre de 2010

acaba el año

Quedan pocas horas para que acabe este año 2010. Ayer hicimos una pequeña despedida en casa y fue uno de los momentos más bonitos de este año. Cuando algo sale de forma inesperada y sin planificar y disfrutas sin más, es la felicidad que ha llamado a tu puerta y le has dado la bienvenida. Nos divertimos comentando lo que hemos hecho este año y que fue positivo y pedimos deseos para el año nuevo y, lo que es aún más importante, disfrutamos del aquí y el ahora. Sigamos mimándonos y amándonos. Esta canción que he elegido me encanta. Si te la canta alguien, estupendo, y si te la cantas a ti mismo también. Just the way you are.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

words

Words are easy if they are true. So they say, the British pop group Take That. It´s a beautiful song about two men that meet after many years of misunderstandings and jeaulosy.They have made the effort to cross the bridge between them to become friends.
Words come easy if they are true. They are stuck at the back of my throat,in the middle of my chest, swirling aroud my head. Yet, they don´t come out. Maybe in these words there are spots of pain, fear, dispair, sadness, recognition, frustration....It´s a painful process. My heart aches. My body aches. Words are all mixed up, connected. They collide, getting crazy not knowing how to go out. What if I am unconsciously not ready to cross that bridge? or if one part of me wants to do it,but the other doesn´t? The first step is the most difficult, there is an empty space under the bridge and I´m afraid of falling down. It seems such a long and fragile bridge. There is a voice inside that keeps saying come on, let´s do this quickly and get over it. Surrender, forgive if you need to, forget if you have to, but hurry up. It´s getting dark and cold and I do want to cross now, before it´s too late. I´m angry, I want to cross, I´m supposed to do it. I´m brave, aren´t I?

Stop! I say to myself. There is no need to fight between you two. I´m tired of hearing you both. One whining and the other angry. Make amends.Trust yourself. No more pushing, no more self-pity. I have always liked words and I have followed unknown paths before. Calm down. Enjoy the landscape. The stones, the grass and flowers, the green and blue, the drops of the morning dew shining in the spiderwebs. I can´t cross that bridge now. So what? Take a deep breath, connect with your senses, be receptive and maybe, maybe you´ll cross the bridge following a butterfly. Having left behind me all those words that hurt, words that are true, were true, but useless now. Crossing that gap is a risky adventure not knowing who will be at the other end. But I know. It will be me. Inner growth isn´t easy. It´s personal and lonely. I´d like some people coming with me, but no matter how much I push them, they won´t come until they are ready, and by then, I could be crossing another bridge, a different one ahead.

I picture myself crossing this bridge singing those words that are trapped inside. Do words come easy when they are true? Words come when it is the time. Don´t blame yourself for them not coming as soon as you want or wondering if they are true or not. They are your words. Accept them. Let them be. Set them free.

martes, 23 de noviembre de 2010

palabras

Siento un remolino por dentro y no me salen las palabras para expresarlo, quizás por eso me acordé de este articuento (Palabras) de Juan José Millás, hace años que llegó a mí y me sigue gustando. Lo que escribo aquí es un extracto sacado del mismo.Ya que no puedo escribir al menos puedo leer.

Si al abrir la boca, en lugar de palabras, nos salieran libélulas, estudiaríamos entomología para conocernos mejor. Pero las palabras son también formas biológicas perfectamente articuladas que segregan ideas como las serpientes veneno o las abejas miel.
Hay palabras que dicen lo contrario de lo que significan y palabras que aun no significando nada consiguen atravesar la barrera de los dientes y aletear como un pájaro ciego durante unos instantes ante nuestros oídos. Algunas viven siglos y otras desaparecen a las 24 horas de ser alumbradas.

sábado, 6 de noviembre de 2010

días

Pues es verdad. Por muy largo y duro que sea el día, éste acaba. Los que menos me gustan son los que se encadenan unos a otros y parece que no tienen fin.

Alguien me comentó que si te pones una mano muy cerca de la cara, de los ojos, no puedes ver bien. Haz la prueba. Lo ves todo borroso. Basta con poner esa mano un poco más atrás y empiezas a ver con más claridad. Ya no está todo tan enmarañado, ya no es tan asfixiante, puedes observar los detalles, empiezas a tener perspectiva y todo se va colocando en su sitio. ¿Qué fácil, no? ¿ Y por qué no se me ocurre mover esa mano? Será que estoy tan metida en ese mundo que no veo más allá. Neblina mental y física.
Tanto cambio, tanta resistencia, tanto estrés y tu cuerpo te dice ¡Basta! No quiere moverse, te duelen hasta las pestañas, la tristeza, desengaños, cansancio crónico, fatiga, contratiempos, frustraciones, rabia, impotencia, aletean con fuerza y salen a la superficie. Y sigues confiando en que todo mejorará y actúas. Brazadas pequeñas para salir del agua. Viene una ola y te arrastra y te da mil vueltas. Y el bañador no sabes ni dónde ha ido. Te cuesta respirar, no sabes dónde está la superficie y te entra el pánico. No quieres hundirte en las profundidades del mar. ¡Que alguien me saque como un pollo mojado! ¡Ay, que no sé nadar!

Pero aquí no me quedo, que no, hoy no. Un último intento antes de que me fallen las fuerzas completamente.

La boca me sabe a sal y arena y me quedo tumbada en la orilla de la playa. Sin fuerzas, escuchando el rumor de las olas, sintiendo el agua que acaricia mi cuerpo y el sol que calienta mi cara. Estoy cansada, muy cansada. Y feliz. He vuelto a ganar la batalla. Me dejo llevar por el sopor. Descanso. Oigo voces pero no sé si están cerca o lejos. No puedo más, estoy agotada.
Me empieza a entrar frío. Ya el sol no calienta, anochece. Mi cerebro se activa. No puedo quedarme tumbada en la orilla. Arriba, pili, muévete, haz por levantarte. Sí, estás agotada, lo sé. No importa.

Brillan las estrellas. Me voy a casa.


lunes, 25 de octubre de 2010

let go


There are things we don´t want to happen, but have to accept.
Things we don´t want to know but have to learn
and people we can´t live without
but have to let go.

lunes, 18 de octubre de 2010

lila, buhos y amor

Todo eso y más lo he recibido en mi santo y en mi cumpleaños. Preciosos regalos que me animan a seguir en este camino que es la vida. Gracias a todos. Mil besos de chocolate. Mil besos lilas.
Quiero compartir esta canción que me ha acompañado estos días gracias a mi hermana Ani. Es un rap muy positivo

lunes, 20 de septiembre de 2010

piedras

¿Cómo puedo tropezar de nuevo en la misma piedra? ¿No decían que eran tres las veces? Pues a mi ya se me ha pasado el cupo. Todos los sinónimos de tonta los escribiría aquí, uno por uno, así los sacaría de mi mente. Respiro hondo. ¿Por qué lo he hecho? ¿Acaso para castigarme un poco más? Por un instante pensé ... tantas cosas. Venga, otro latigazo más, que te duela, te lo mereces, por boba, por ingenua, por ilusa, por idiota...PUES NO!! No me lo merezco. Ya está bien de autocastigarme. No sé si no lo intento lo suficiente , aunque creo que sí. ¿Y entonces? Del miedo, ansiedad y terror he pasado a hacer una llamada que no iba a hacer. La respuesta estaba envenedada.¿Dónde está la ira, la rabia, la furia? ¡Ah! La culpa aparece y la vergüenza, la confusión, la amnesia. Tropiezas con una piedra y casi te caes y resulta que el hueco que está debajo de la piedra no es un hueco, está lleno de más piedras, adormecidas, olvidadas, que se despiertan y te ahogan con su pestilente olor. Huyo aterrada por despertar fantasmas dormidos, no quiero que me persigan, que me rastreen y me encuentren de nuevo. Y ahí está mi error. Tengo que despertarlos a todos, dejar que me alcancen y enfrentarme a ellos. Siento que me ahogo. Respiro hondo. Estoy escondida.

lunes, 13 de septiembre de 2010

uñas azules

Me pinté las uñas. Primero 10. Las de las manos. Esmalte de uñas azul eléctrico según Maybelline, la marca. Así estuve unos cuantos días. Después me pinté las otras diez, las de los pies. Ahora tengo 20 uñas azules.Las miro y sé que estoy viva, que sigo aquí. Me da igual que gusten o que no.Que estén de moda o no. A mí me gustan. Quizás luego use el quitaesmalte. Éso puedo controlarlo. Una minúscula fracción del universo.
La cola de la depresión me ha dado unos cuantos latigazos últimamente. Rápidos, certeros, dolorosos, imprevistos. Y yo que creía que estaba llegando a la meta. ¡Qué tonta! Este camino largo, tortuoso y enrevesado, lleno de bifurcaciones y laberintos aún no ha acabado. Soy yo la que tengo que salir. Ya lo sé. Estoy triste. La tristeza burbujea como agua ponzoñosa dentro de mi. Tapo el caldero con todas mis fuerzas. Que no salga. No quiero intoxicar a las personas que están a mi alrededor. De todas formas, da igual, porque he descubierto que soy invisible la mayor parte del tiempo y la otra, buena actriz.

martes, 31 de agosto de 2010

sola

Me siento sola. Atrapada en un cuerpo que ya no siento mío. Me duele. Mucho. Mucho, mucho,mucho.
Siento el deterioro que avanza de forma inexorable, cada vez más rápido, me deja sin aliento y sin tiempo de elegir alternativas. Me seco por dentro. Me convierto en un desierto y ni siquiera hay buitres que vuelen a mi alrededor.Ya he intentado distraerme, distraer a mi mente, para que se olvide de que el dolor está ahí. Funciona un ratito, por eso estoy escribiendo, para boicotear a la médula espinal, para llenarla de estímulos diferentes y decida centrarse en otra cosa. Esperando la siguiente dosis de pastillas que quizás me relajen, que me ayuden a dormir, que me alivien el dolor... Es cansado aparentar todo el día. "Estar bien".¿Qué será éso? Es que ya ni me preguntan cómo estoy. Para qué, ¿verdad?, ¿quién quiere compartir un trocito de dolor? Nadie, lo entiendo y me deja absolutamente sola. Porque yo ya no llamo, ¿qué derecho tengo yo a irrumpir en la vida de mi familia y de mis amigos?¿Qué les digo? "Mira, ahora mismo me encuentro muy mal, no quiero que te sientas mal ni que sufras, ni siquiera intento que me comprendas, sólo quiero oír tu voz, saber que hay alguien ahí fuera, cuéntame algo..."
Que tus palabras empapen mi desierto, que mi mente se llene de tus vivencias, de tus sentimientos, saber que hay vida, con sus propias historias , sufrimientos y alegrías.

viernes, 11 de junio de 2010

ESTRELLAS

Caperucita lila se sentía perdida. Caminaba y buscaba, pero no sabía lo que quería. No se sentía lo suficientemente buena madre, hermana, hija, amante o amiga.
Era como si estuviera sorda, ciega, muda y por mucho que le dijeran no veía su propio interior.

Un día se atrevió a pedir ayuda, con la incertidumbre de no saber si se la merecía.

Y le llegó un regalo en forma de palabras, muchas palabras, el regalo de ella misma.

Y lo aceptó emocionada y sintió como si cada palabra se posara sobre su cuerpo dulcemente. Se fueron derritiendo, penetrando por los poros de su piel hasta llegar a su corazón. Y algo pasó. Algo muy importante. Se abrió la compuerta de la comprensión y la aceptación.

Su capa lila está llena de estrellas plateadas que brillan e iluminan su mundo y le recuerdan que no está sola.

Gracias a todos los que me enviaron sus estrellas.

lunes, 31 de mayo de 2010

NO SOY UNA MOSCA

Me caí de un árbol y antes de llegar al suelo una suave brisa me llevó volando. Me entró risa porque me hizo cosquillas.
Era una sensación agradable, dejarse mecer por el viento. Me relajé y disfruté del viaje. Miles de colores se acercaban hacia mi, rosa, amarillo, lila, verde, marrón, azul . Me entretuve mirando una nube pensando qué forma tenía.
De repente acabó el viaje. Miré para ver dónde me encontraba pero no reconocí el sitio.
¿Quién habría construido algo así? Se necesita mucha paciencia para crear algo tan bonito, parece una joya, casi invisible si no fuera por las gotas de rocío.
Miro a todos lados. Curiosa. Está bien descansar un rato, tanto girar y girar con el viento me tenía un poco mareada. Disfruto de la calma, pero no sé
por qué empiezo a sentir miedo.
Intento moverme, pero no puedo, mientras más me muevo, más me pego a estos filamentos. Siento la brisa del viento pero no me puedo ir con ella.
Algo se acerca hacia mí. Estoy hechizada. Empieza a envolverme con un hilo plateado, quizás me esté tejiendo un abrigo para resguardarme de la lluvia. Intento hablar con ella, pero no me hace caso. Sigo hablándole, contándole mi viaje y le pido ayuda para soltarme, pero creo que no me entiende. No hablamos el mismo idioma.
El abrigo empieza a asfixiarme, ya no me gusta tanto, se estaba bien al principio, me hacía sentir especial, pero ahora ya no siento el viento, ya casi no me muevo y poco a poco desaparece el azul del cielo. La araña cree que soy para ella y por eso me envuelve con esta seda pegajosa y me guarda para más tarde, como un trofeo, para saborearlo sin que nadie se lo pueda arrebatar, y no se da cuenta de que no soy comida para ella, no le sirvo. Cuando lo descubra se decepcionará y enfadará y cortará con sus dientes el fino hilo que me sostiene a su red y caeré al vacío o se irá y me dejará olvidada en el tiempo.

sábado, 8 de mayo de 2010

Estoy cansada de estar cansada

Estoy cansada de estar cansada
Parece que hay una lista interminable de cosas por hacer.
¿Por dónde debería comenzar? Mientras pienso en ello, todo lo que me gustaría hacer es volver al sillón para acostarme. ¿Por qué me siento así? Es como si hubiera un enemigo dentro de mí y siempre perdiera la batalla, uno de los muchos disfraces tras los que se esconde la FATIGA CRÓNICA.
Tareas tan “normales” como levantarme de la cama, a cuestas con la rigidez matutina de mis músculos (lo sé, me acabo de levantar y tendría que sentirme mejor, pues no), preparar el desayuno o recogerme el pelo con una coleta me dejan tan cansada, que después de ducharme me tengo que tender un rato y levantarme de nuevo para volver a la vida diaria. ¿Atarme cordones ?, ¿abotonarme camisas? Para qué, si hay unas sandalias con velcro estupendas y camisetas que salen planchaditas de la secadora.
¿Y esos seis o siete peldaños que tengo que subir o bajar para llegar al garaje? Soy una de esas mujeres anónimas que han culminado la subida a todas las montañas más altas del planeta, al menos a mi me lo parece.
Cada cosa que hago va bajando el nivel de energía que tengo y la fatiga aumenta por arte de magia. Eso sin contar con el dolor generalizado, la impotencia por no poder hacer las cosas, la incomprensión tan destructiva de los que no ven mi enfermedad, porque es “invisible”, el deseo y la frustración, la negación y la aceptación, y seguir intentando hacer un poquito más hasta que realmente estoy agotada y me duele todo el cuerpo y los calmantes no me alivian y lloro de desesperación y de tristeza.
No quiero que mis hijas me vean así, tumbada en el sofá sin poder moverme, disimulando las lágrimas cuando puedo, sintiendo que el cuerpo en el que vivo no me responde. Yo estoy dentro, atrapada, derrotada. Hay enfermedades peores, ya lo sé, pero eso no me ayuda en los momentos de crisis agudas.
Tengo que aprender a parar cuando aún estoy a tiempo de recuperarme. Dicen que el descanso es la solución más evidente para lidiar con la fatiga, una siestita corta, por ejemplo, un período de descanso que le da a mi cuerpo una oportunidad para recuperar el control. Claro que hay días en que necesito más siestitas que otros, porque esa mañana o el día anterior me he pasado y parece que estoy todo el día durmiendo (es una frase que también oigo mucho) y que me voy a levantar de esa siestita como una reina, y la verdad es que no, que sigo con dolores, cansada, pero un poco renovada para seguir el día a día, hora a hora, minuto a minuto.
“Tienes que hacer ejercicio”, lo oigo todo el tiempo, y ¿cómo lo hago si cada paso que doy es un mundo? Pues tengo que darlos, uno detrás de otro. Planear las actividades, limitar las mismas, priorizar y saber que en cualquier momento la máquina se para y ya está.
¡Qué bien me hace una frase de aliento, un chiste de esos malos con los que tanto me río, una llamada de teléfono, un masajito suavecito, un besito de mis hijas y mis sobrinos, el ofrecerme una infusión para que deje de llorar, ver cómo juegan a la Wii o a la Play mientras sigo tumbada, cantar una canción en el karaoke aunque no sostenga el micro, ver una película entretenida, escuchar las historias del día….!
Gracias a todos los que me miman y me dan ánimos y dejan que llore mientras intentan sacarme una sonrisa, sin ellos, yo no estaría aquí.

lunes, 15 de marzo de 2010

lo que no se dice no existe

¿Por qué me empeño una y otra vez en dar por hecho que los demás pueden leerme la mente? ¿Qué mecanismo tengo que desactivar para que no ocurra?
Pienso cosas como "ya le he repetido ésto muchas veces, debería saber cómo hacerlo, o cómo reaccionar o qué decir en este momento concreto"

Pero no, no pasa.

Puedo repetir una conducta, que ha tenido una respuesta adecuada en una o varias ocasiones y ya doy por sentado que esa persona reaccionará de la misma forma la siguiente vez. Y no. No sucede.
Y me sorprendo e incluso me molesta.
Y no tengo motivos para hacerlo porque las personas no actúan como yo quisiera que actuaran.
Tienen vida propia y no son adivinos. Lo que no se dice no existe. Sólo está en mi mente.

Y lo mismo sucede con los demás. Debería poder leer la mente de mis personas queridas y complacer sus deseos y necesidades y resulta que yo tampoco soy adivina. Ni bruja ni hada madrina.

Si no me dices qué te molesta o por qué estas triste o nerviosa o necesitando una determinada reacción por mi parte, no lo sabré y tú te quedarás no sólo con esa emoción que ya sentías sino con la frustración añadida de no sentirte comprendida. Y yo no me daré cuenta de lo que necesitas y me sentiré impotente.

Dos personas frustradas porque no se ha dicho esa frase mágica que abre la puerta a la oportunidad de que te ayuden.

miércoles, 24 de febrero de 2010

we are back from London!


Here we are again in our beautiful island with sunshine!

The trip to London was a wonderful experience. My sister Ani and I went with our children and I´m really happy everything was ok.

Travelling through the tube with our kids aged between 4 and 14 was and adventure among all the other passengers that were rushing and pushing!! but we managed and had a lot of fun.





Everybody tried their English in a way or other whenever they wanted and I´m amazed how beautiful it was. No pressure, and the words flow and connect you.




We really enjoyed our stay there and I´m sure we´ll be back!

jueves, 21 de enero de 2010

El año ya ha comenzado y mis propósitos para encontrarme en mi paraíso particular ya están en marcha.
Como dice mi hermana Ani, date tiempo, estás en un proceso de cambio. Quizás es que me nota impaciente por ver los resultados de las semillas que he plantado. Sé que estoy en el buen camino, aunque esté lleno de piedrecitas que se me meten en las sandalias, socavones y cruces de caminos donde debo tomar la decisión de hacia dónde dirigirme.
Me entran dudas. Cambiar es un proceso difícil y eso que quiero hacerlo. Requiere esfuerzo, paciencia, concentración en el objetivo, dejarse llevar por algunas circunstancias no previstas, descansar un poco en un remanso del río y volver de nuevo al camino, con nuevas ganas, con la mente abierta a todas las posibilidades.
Hay momentos en los que me tambaleo, estoy cansada, dudo, y, por suerte, no me quedo hipnotizada en esos sentmientos mucho tiempo. Aparece mi hermana, mis hijas, mis amigos, mi madre, mi terapeuta y me devuelven las ganas de seguir caminando.
Me siento acompañada en algunos tramos y sola en otros. Así es la vida. Paciencia y firmeza, flexibilidad y curiosidad y mucho, mucho amor rodeándome. Al fin y al cabo sólo tengo vida que vivir.
Te invito a acompañarme, escucharé atenta tus sugerencias, tus bromas, y cuando el camino se vuelva difícil, recordaré los buenos momentos y seguiré adelante.
Voy a darme permiso para cambiar.

domingo, 3 de enero de 2010

Bienvenido 2010


miremos con ilusión y entusiasmo este año que comienza, disfrutemos de todo lo que tenemos, expresemos nuestros sentimientos y convirtamos en realidad nuestros sueños.
Seamos valientes,
lanzémonos a la aventura de ser felices.