lunes, 31 de octubre de 2011

Genera un deseo

Nosotros celebramos el amigo invisible. Por nosotros quiero decir los adultos de mi familia, los que ya hace  unos cuantos años que cumplimos la mayoría de edad. A estas alturas sabemos a quién vamos a regalar. Ya hicimos el sorteo. Ahora me toca escribir una lista con los regalos que me gustaría pedir, como una carta a los Reyes Magos. Una vuelta a la infancia, a la incertidumbre y a la ilusión.
Me resulta complicado hacer la lista. No sé qué poner. De repente caigo en la cuenta de que me resulta difícil genera un deseo. Cuando generas un deseo tomas una decisión.
¿Qué quiero? ¿Qué quiero realmente con el corazón? 


Y no sólo me refiero a los regalos del amigo invisible.

viernes, 7 de octubre de 2011

Mi cabeza es mi casa

Me gustan las cajas. Siento una especial predilección por ellas, comparable incluso al hecho de coleccionar búhos.
La idea de tener un mueble con cajoncitos pequeños donde poner cosas me resulta fascinante.
Me lo imagino de muchos colores, lila, verde, fucsia, amarillo, azul....y con pomos de formas variadas, redondos, plateados,  negros o de colorines.
En cada uno de los cajoncitos pondría algo diferente. En uno de ellos estarían las preocupaciones, en otro, proyectos que quiero realizar, en otro, cosas que tengo que hacer, en otro, miedos de todo tipo, en otro, besos, abrazos y caricias que quiero dar y recibir, y así se me ocurren muchas "cositas" para meter en los cajones.
Lo fantástico sería que pudiera abrir uno de ellos, por ejemplo, el de las preocupaciones y dedicarme a él, ver lo que tengo, darle la vuelta, sentirlo y cuando ya tenga suficiente ponerlo todo de nuevo de vuelta en el cajoncito y cerrarlo y que se quede todo dentro. Y después abrir otro cajón, el dedicado a las canciones que me gustan, por ejemplo, y escucharlas y bailarlas, cantarlas o cualquier cosa que se me ocurra, disfrutar el contenido sabiendo que el del anterior, el de las preocupaciones, no se está saliendo porque el cajón esté atiborrado o mal cerrado. De eso me encargo yo. Limpieza de primavera. Quiero un mueble bien compartimentado. Que cierren bien los cajones y que sean misteriosamente mágicos. Que sea sólido y a la vez ligero, fácil de limpiar por dentro y por fuera, una pieza única y original que lleve siempre conmigo.