lunes, 20 de septiembre de 2010

piedras

¿Cómo puedo tropezar de nuevo en la misma piedra? ¿No decían que eran tres las veces? Pues a mi ya se me ha pasado el cupo. Todos los sinónimos de tonta los escribiría aquí, uno por uno, así los sacaría de mi mente. Respiro hondo. ¿Por qué lo he hecho? ¿Acaso para castigarme un poco más? Por un instante pensé ... tantas cosas. Venga, otro latigazo más, que te duela, te lo mereces, por boba, por ingenua, por ilusa, por idiota...PUES NO!! No me lo merezco. Ya está bien de autocastigarme. No sé si no lo intento lo suficiente , aunque creo que sí. ¿Y entonces? Del miedo, ansiedad y terror he pasado a hacer una llamada que no iba a hacer. La respuesta estaba envenedada.¿Dónde está la ira, la rabia, la furia? ¡Ah! La culpa aparece y la vergüenza, la confusión, la amnesia. Tropiezas con una piedra y casi te caes y resulta que el hueco que está debajo de la piedra no es un hueco, está lleno de más piedras, adormecidas, olvidadas, que se despiertan y te ahogan con su pestilente olor. Huyo aterrada por despertar fantasmas dormidos, no quiero que me persigan, que me rastreen y me encuentren de nuevo. Y ahí está mi error. Tengo que despertarlos a todos, dejar que me alcancen y enfrentarme a ellos. Siento que me ahogo. Respiro hondo. Estoy escondida.

3 comentarios:

  1. Por tropezar no eres boba. Por tropezar eres más sabia pues aprendes de tus fallos.

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  2. Me olvidaba. Salvo error u omisión, todavía nada en los boletines.

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  3. Uno es duro consigo mismo, pero a la vez, tambien debe ser menos exigente.
    Los errores están en todas partes, lo difícil es reconocer el error y solucionarlo para que la proxima vez no se vuelva a cometer el mismo.

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